Susie Corbett vividly recalls growing up as one of the first Asians in Doraville in 1960. She says it was a lonely experience — yet, uplifted by the grace she exhibited in the face of ignorance and racism. Corbett’s Japanese-American parents, who were born in California, had been interned, along with Corbett’s older brother, at the Gila River Relocation Center in Arizona during World War II. Corbett’s father, Tom Shintaku, got a job working at carbon paper manufacturing company in Chicago, where Corbett and her sisters were born. Later, the company transferred him to Doraville.

“To get Chinese food, we had to go downtown to Atlanta,” she remembers. “There was not all the shops and everything that there are now and no diversity in the residents or the businesses.”

Corbett believes the diversity of Buford Highway is a beacon of hope. “People are finding out about it and what the area has to offer, and I think it will continue to get better and better. I hope that it continues to attract people from all over,” she says.

La historia de Susie Corbett

Susie Corbett recuerda vívidamente haber crecido como una de las primeras asiáticas en Doraville en 1960. Dice que fue una experiencia solitaria, pero que fue fortalecida por la gracia que mostró frente a la ignorancia y el racismo. Los padres de Corbett, Japoneses-Estadounidenses nacidos en California, fueron internados, junto con el hermano mayor de Corbett, en el Centro de Reubicación de Gila River en Arizona durante la Segunda Guerra Mundial. El padre de Corbett, Tom Shintaku, consiguió un trabajo en una empresa de fabricación de papel carbón en Chicago, donde nacieron Corbett y sus hermanas. Más tarde, la compañía lo transfirió a Doraville.

“Para conseguir comida china, teníamos que ir al centro de Atlanta,” recuerda. “No había todas las tiendas y todo lo que hay ahora, no había diversidad entre los residentes o los negocios.”

Visita el sitio web de We Love BuHi para leer la historia completa de Corbett. 

Corbett cree que la diversidad de Buford Highway es un faro de esperanza. “La gente está descubriendo el área y lo que tiene para ofrecer, y creo que seguirá mejorando cada vez más. Espero que continúe atrayendo a personas de todas partes,” dice.

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